¿Sabías que según el informe de Kantar (2020) los niños son quienes más influyen sobre el comportamiento ambiental de los adultos? Tomando la cabecera, e incluso superando a la opinión de los amigos y la pareja, los pequeños son los grandes ecoconsejeros de los tiempos actuales. Por este y otros motivos que mencionaremos a lo largo de este artículo de Luz Digital, la educación ambiental para niños se nos presenta como una prioridad impostergable.
Las nuevas generaciones llegaron para cambiarlo todo, y para los adultos que no contaron con educación ambiental en la infancia esto puede tomar la forma de un gran desafío. Sin embargo, el aprendizaje tiene un carácter dinámico que – sin importar la edad que tengamos – nos permite redescubrir y reinventar nuestra relación con lo que nos rodea a cada momento.
Acompáñanos a descubrir qué es la educación ambiental y por qué es tan importante aportar herramientas que posibiliten la toma de consciencia desde temprana edad. ¡Comencemos!
¿Qué es la educación ambiental?
La educación, en términos generales, es un proceso socio-cultural continuo a lo largo del cual se desarrollan las capacidades de las personas. Estas capacidades tendrán una gran influencia sobre los comportamientos y las formas de percibir, entender y sentir el mundo que nos rodea.
De forma semejante, la educación ambiental es un proceso que nos permite construir nuestra percepción sobre el medioambiente y comprender el impacto negativo que muchas acciones pueden tener sobre él. La misma hace que la naturaleza no sea entendida como algo aislado y ajeno a la experiencia humana, sino como aquello que la vuelve posible.
El aprendizaje de lo que la sostenibilidad significa fomenta la responsabilidad y hace que los niños sean conocedores de su potencial para intervenir sobre el mundo; abre las puertas a la reflexión y al pensamiento crítico y habilita un futuro donde las políticas públicas orientadas a cuidar los seres y los espacios estén presentes.
Algunos de los proyectos de educación ambiental para niños están basadas en:
- La sensibilización de los niños respecto del medioambiente
- El fomento de hábitos que protejan al planeta
- La participación y el compromiso para revertir las problemáticas actuales
- La importancia de cuidar los recursos naturales y del ahorro energético
- La interacción con animales y espacios naturales
- Debates ecológicos que validen sus percepciones y les permitan expresarse
Es necesario que estas experiencias estén adaptadas al momento evolutivo de cada niño. En otras palabras: las estrategias de educación ambiental – tanto como los temas a tratar – irán variando con el correr del tiempo. El objetivo, es que los infantes puedan asimilar estos conocimientos poco a poco, sirviéndose de las habilidades cognitivas propias de cada etapa.
Por ejemplo: a los más pequeños podemos enseñarles el aprecio por todos los seres vivos apoyándonos en la gran curiosidad que sienten por ellos, mientras los más grandes serán capaces de explorar los diferentes ecosistemas y reflexionar acerca de la importancia de cada elemento que los conforma.
¿Por qué es importante la educación ambiental desde la infancia?
En este apartado nos centraremos en los motivos por los cuales educación ambiental para niños es fundamental y determinante para las sociedades del futuro. ¡Acompáñanos!
1. El aprendizaje en la infancia determina muchas de las conductas adultas
Es entre los 0 y los 7 años de edad que aprendemos la mayoría de las destrezas para la vida, en tanto la una gran porción de la inteligencia se forma antes de los 7 primeros años.
Los primeros cinco años representan un periodo en que el cerebro crece más, haciendo que el mismo sea ideal para aprender e incorporar hábitos. Pero como mencionamos antes, el aprendizaje puede producirse si los conocimientos ambientales son transmitidos de la manera correcta.
2. A través de la educación ambiental estamos apoyando los intereses de las nuevas generaciones
Muchos podrían afirmar que los pequeños «no están preparados para oír acerca de las problemáticas ambientales», pero no debemos ignorar que las mismas son un motivo de preocupación para ellos. Por lo tanto, empoderarlos a partir de herramientas – debidamente adaptadas a su período evolutivo – hará que esta ansiedad disminuya.
No podemos ignorar que las nuevas generaciones de niños y niñas representan el paso hacia una humanidad más ecológica. No es extraño que los encontremos haciendo reclamos a sus padres por sus hábitos poco sostenibles y que demanden un cambio de hábitos en el hogar.
3. Los niños tienen una curiosidad sin límites y una gran apertura a la experiencia
Los infantes de entre 3 y 5 años tienen una necesidad de descubrimiento que hace que la educación ambiental para niños les resulte completamente atractiva. Sus capacidades de exploración y observación – independientemente de su razonamiento lógico – facilitan el conocimiento del mundo que los rodea.
Respetar estos intereses infantiles y alimentar su sensibilidad hacia la naturaleza es una forma de confirmarles su verdad: que los espacios naturales son merecedores de nuestra atención y cuidado.
4. La educación ambiental fomenta la protección de todas las formas de vida
La educación ambiental para niños fomenta el respeto por todos los seres vivos y motoriza el sentido de la responsabilidad desde temprana edad. A través de diversas tareas podemos enseñarles que somos parte de un sistema y que toda acción tiene sus consecuencias directas e indirectas sobre el mismo.
De hecho, un estudio publicado por la revista científica SringerPlus afirma que los niños y niñas pequeños perciben el daño causado a otros seres vivos como una conducta más negativa que la desobediencia de las normas sociales. Poseen un interés intrínseco por la protección de las especies animales y vegetales, ¿y qué mejor que aprender de ellos y aportarles herramientas que acompañen estos valores?
Tendencias actuales en educación ambiental para niños: nuevas formas de educar
Cada vez son más los centros educativos que deciden incluir la educación ambiental en sus currículas. Sin embargo, gran parte de las capacitaciones que se ofrecen a los docentes se centran exclusivamente en los usos de la tecnología y dejan por fuera a las ciencias ambientales.
Por otro lado, los núcleos familiares que practican la sostenibilidad todavía son pocos en relación con los que aún no lo hacen. Son los niños y adolescentes los que poco a poco tejen el compromiso ambiental dentro del hogar, inspirando a sus seres queridos a reflexionar sobre sus hábitos.
A pesar de ello, cada vez son más las familias que transmiten a sus hijos la consciencia ambiental que se expande rápidamente en estos tiempos. Además, los adultos demuestran cada vez más compromiso por el cuidado el planeta, al tiempo que los jóvenes abren conversaciones sobre la importancia de la sostenibilidad a diario en sus entornos académicos y sociales, incluyendo a las redes.
Esto nos lleva a pensar que, gracias a quienes llevan esta lucha todos los días, la educación ambiental podrá posicionarse como un imprescindible de la formación académica, tomando mayor protagonismo en todas las asignaturas que hacen al plan de estudios de los niños y adolescentes.
¡Hemos llegado al final de este artículo! Nos encantaría recibir tus impresiones en la sección de comentarios y conocer tu experiencia sobre esta temática. ¡Te esperamos!
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