La rentabilidad financiera siempre ha sido el objetivo primordial de las empresas. Pero, hoy en día, la conciencia de que el éxito corporativo puede – y debe – trascender el plano económico se está instalando con fuerza. De esto se trata el Triple Impacto: un modelo empresarial que, sin renunciar a la meta de generar ganancias, busca producir un impacto positivo social y ambiental.
Las profundas crisis ecosistémicas nos llevan a cuestionar muchos de nuestros hábitos, costumbres y conceptos. Por ejemplo: ¿A qué llamamos éxito?, ¿y ganancia?. ¿Estamos viviendo y produciendo de una manera acorde a las necesidades del mundo?, ¿cuál es el efecto mariposa asociado a mi trabajo y a mi forma de habitar los espacios?
Afortunadamente, estos interrogantes están produciendo una gran resonancia a nivel colectivo, dando como resultado un aumento en el número de empresas y emprendimientos que desean convertirse en agentes de cambio positivo.
¡Quédate para descubrir todo sobre el triple impacto empresarial en esta nota de Luz Digital!
¿Qué es el triple impacto?
El Triple impacto es un paradigma que, en los últimos años, se ha masificado y popularizado. Sin embargo, aún existen muchas preguntas respecto de su significado.
Como primer punto, su concepto hace referencia a la responsabilidad corporativa. ¿Y qué implica ser responsable en el terreno de los negocios? De acuerdo con el modelo de Triple Impacto, considerar las repercusiones sociales y ambientales de nuestra labor y aportar soluciones que permitan generar un crecimiento en estos terrenos.
Este tipo de enfoque comprende que la economía lineal ha repercutido negativa e incansablemente sobre el bienestar de las personas y de la naturaleza. En cambio, adopta la economía circular como modelo de referencia para generar un impacto positivo holístico y colectivo; un modelo que – por supuesto – también garantiza la prosperidad económica de quienes integran una empresa de triple impacto o empresa B.
Ahora bien, sabemos que el crecimiento económico es completamente medible. Pero, ¿qué hay de los «dos impactos» que se suman en este paradigma? Naturalmente, estos también deben ser cuantificables si, lo que se quiere, es realizar una buena gestión y obtener una certificación que acredite el trabajo realizado.
Para saber cómo medir la incidencia positiva de nuestra actividad sobre estas tres dimensiones, detengámonos a explorarlas por separado.
Impacto ambiental
Este hace referencia a las políticas que una empresa aplica para minimizar – e incluso eliminar – el impacto negativo de su actividad sobre el medioambiente.
Ello puede conseguirse a través de una revisión integral de las estrategias y procedimientos que se llevan a cabo en cada una de las etapas del ciclo productivo.
Es decir, no se trata de tomar medidas aisladas para «contentar» a los consumidores, que cada vez son más eco-conscientes. Por el contrario, el impacto ambiental implica tener en cuenta todo el espectro de acciones que una empresa realiza y evaluar la medida en la que estos están contribuyendo con el cuidado del planeta.
¿Qué aspectos podemos tener en cuenta para generar un mayor impacto ambiental positivo? Estos son algunos de ellos:
- La adquisición de materias primas de fuentes renovables.
- El respeto por la biodiversidad y la promoción de la calidad del aire y los suelos.
- El control, la limitación y la minimización de la contaminación generada durante los procesos productivos.
- El elección de tecnologías limpias.
- El uso sostenible de los recursos energéticos.
- La ideación responsable de nuevos productos que sea capaz de anticipar sus efectos nocivos sobre el medioambiente (incluyendo el momento de su caducidad) y trabaje en eliminarlos.
- El trabajo conjunto con proveedores y distribuidores que compartan sus valores y objetivos de desarrollo sostenible.
- La aplicación de un modelo circular de la economía que garantice una gestión responsable de los productos que caducan o caen en desuso. Por ejemplo: brindar herramientas que posibiliten el reciclaje y promover la reparación y la reutilización.
- La gestión responsable de los residuos.
- La implementación de una economía regenerativa que permita recomponer los ecosistemas dañados.
Tomando en cuenta estos y otros indicadores de impacto ambiental, es posible realizar actividades empresariales sin comprometer a los ecosistemas y, al mismo tiempo, ayudando a su recuperación.
¡No te pierdas nuestra nota sobre Economía Circular para amplificar esta información!
Impacto social
Las empresas de triple impacto saben que no alcanza con contratar y pagar un sueldo a las personas. Es por eso que se apoyan en un modelo empresarial donde cada integrante de ese gran sistema es reconocido, valorado y respetado.
En este sentido, la rendición de cuentas en el sector público, los sueldos justos por encima del salario mínimo, la transparencia administrativa y los entornos saludables de trabajo son fundamentales para que una empresa se convierta en agente de impacto social positivo. Además, deben existir prácticas éticas que aseguren el bienestar de los colaboradores, como los días extra de vacaciones y estudio, las posibilidades de ascenso y los beneficios adicionales para ellos y sus familias.
Adicionalmente, la exclusión, la desigualdad y la inequidad que se acentúan en el mundo son problemáticas que reclaman soluciones urgentes. De ahí que las empresas deban asumir su rol social y utilizar su potencial transformador para generar políticas de inclusión e igualdad en los espacios de trabajo.
Impacto económico
Históricamente, la rentabilidad económica fue el objetivo primordial de las corporaciones. Sin embargo, los tiempos actuales ponen ante nuestros ojos otras aristas de aquello que entendemos por éxito empresarial.
Pero, como dijimos anteriormente, poner atención sobre el impacto positivo social y ambiental no se traduce en menos ganancias económicas. Si esto fuera así, ninguna empresa de triple impacto podría sobrevivir, ni mucho menos expandirse.
¿Qué es, entonces, lo que asegura la prosperidad económica a este tipo de negocios?
Nada más y nada menos que sus buenas prácticas. Unos pilares sólidos que contemplen el bienestar socioambiental son fundamentales para todo proyecto que hoy en día busque potenciar su crecimiento. Por un lado, porque cada vez son más las normativas de respeto y cuidado exigidas a las empresas por parte de organismos nacionales e internacionales; por el otro, porque la gran mayoría de los consumidores elige comprar a empresas realmente comprometidas.
¿Por qué cada vez más empresas se transforman a este modelo empresarial?
Cada vez son más las empresas y emprendimientos que aceptan esta transformación cultural y hacen parte de ella ofreciendo soluciones y manteniéndose a la altura de las expectativas de sus clientes. Es innegable que las alarmas socioambientales están encendidas y que hemos llegado a un punto de inflexión que representa un cambio de paradigma.
Los consumidores actuales son cada vez más sensibles y reflexivos ante estas problemáticas. Se saben capaces de restituir el tejido social y ambiental por medio de sus acciones diarias y ello se ve completamente reflejado en sus decisiones de compra.
La inmediatez – las ansias de satisfacer un deseo a cualquier costo – se corre del centro del esquema y da lugar a una perspectiva más amplia. Así, antes de realizar una compra, las personas se preguntan por las materias primas que se utilizaron y por la totalidad del proceso productivo; buscan activamente fuentes de información y forman comunidades online para compartir experiencias y recomendaciones que les permitan consumir responsablemente.
Lo importante es lo que el producto representa y lo que una marca es capaz de garantizar, no sólo al cliente, sino también al resto de la sociedad y a los ecosistemas.
¿Quieres que tu marca genere un triple impacto? ¡Checa este artículo sobre las 4 «p» del green marketing mix y descubre cómo lograr la sostenibilidad en cada esfera de tu proyecto!
Certificaciones de Triple Impacto: ¿Cómo se consiguen?
Existen varias formas de transformarse en una empresa de Triple Impacto. En el mundo, la más difundida es la certificación de Empresas B o «B Corp», que en países como los Estados Unidos tienen beneficios impositivos.
Los requisitos son propuestos por B Lab, una ONG que tuvo la iniciativa de certificar a toda empresa que estuviera dispuesta a generar un cambio en el mundo. No importa la cantidad de empleados o la facturación, sino el compromiso real de alcanzar un equilibrio entre el rédito financiero y los aportes sociales y ambientales.
El índice de triple impacto
El índice de triple impacto es un sistema de medición que se emplea para hacer una evaluación de impacto B. Supone una revisión detallada de todos los procesos de una empresa para identificar en qué áreas es posible mejorar y en cuáles hay oportunidades potenciales.
Este sistema de medición permite establecer qué impactos sociales, medioambientales y económicos genera la empresa a través de sus productos y servicios, así como también de sus prácticas laborales, ambientales y comunitarias.
El índice de triple impacto también permite certificar a las organizaciones que se ajustan a los propósitos del modelo y cumplen con el paradigma B. Esta certificación otorgada por la Organización B-lab, evidencia que la gestión de una empresa se ajusta a los estándares de sostenibilidad propuestos.
¡Aquí finaliza nuestro artículo! En Luz Digital somos una empresa de triple impacto orientada a potenciar a otras empresas sustentables a través del marketing digital verde. ¿Buscas posicionar tu negocio con estrategias de difusión masiva que contribuyan con el desarrollo social, ambiental y económico? ¡Solicita tu consultoría gratuita y comencemos a trabajar en ellas!
- Proyectos emprendedores sustentables: ¿Por dónde empezar? - 3 de enero de 2022
- Las industrias más contaminantes del mundo en 2021 - 3 de enero de 2022
- 5 Ejemplos de empresas de Triple Impacto en México - 13 de diciembre de 2021